El compost, lo mejor para Reducir- Reciclar-Reutilizar
¿Qué es el compost?
El compost es el resultado del proceso que hace que la materia biodegradable sea descompuesta por microorganismos, hongos, bacterias y otros organismos vivos convirtiéndola en un nutriente para el suelo al que también llamamos mantillo.
El compost procede de la palabra latina composĭtus ‘compuesto’ y significa: «Humus obtenido artificialmente por descomposición bioquímica en caliente de residuos orgánicos».
Humus «capa superficial del suelo, constituida por la descomposición de materiales animales y vegetales».
RAE (Real Academia Española)
Al proceso de elaboración se le conoce como compostaje.
¿Qué necesitamos para hacer compost?
Para realizar compost necesitamos:
Cualquier resto orgánico: restos de comida, rastrojos, restos de la cosecha cómo tubérculos, poda del jardín, césped, las hojas, los excrementos de los animales y hasta los posos del café.
El lugar en donde vamos a convertir los restos orgánicos en compost y puede ser de dos tipos:
Compostaje aeróbico. cómo indica su nombre lo dejamos al aire. Si está esparcido se seca fácilmente. Si está amontonado se. fermenta debido a las bacterias, la temperatura, el pH y la humedad que descomponen los desechos. La temperatura aumenta y puede desprender un olor desagradable. Si lo volteamos se seca y se evita la fermentación, a la vez que bajamos la temperatura.
Anaeróbico: es lo contrario del anterior. Necesitamos un depósito en donde depositar los desechos y dejarlo que fermente durante un año entero. Lo más incómodo es el desagradable olor que desprende. Similar a los vertederos.
Puede ser enterrado: hacer un agujero lo suficientemente grande para que podamos introducir los residuos. Mezclar los residuos orgánicos con tierra y proporcionar humedad y tiempo, unas 6 semanas como mínimo. La humedad y el oxígeno convierten los residuos en compost. Este proceso es el menos laborioso y más cómodo en huertos y fincas de cultivo que tengan restos de cosechas. En vez de un solo agujero podemos hacer surcos que facilitan la dispersión del compost.
Recipiente de madera en el que podemos introducir los residuos como podemos observar en el esquema siguiente. Las herramientas nos permiten voltear la mezcla.
Hacer compost es una de las técnicas más antiguas que permiten nutrir los cultivos. Básicamente consistía en apilar los residuos o mezclar los orgánicos con paja con el resultado de estiércol y de esa forma transformarlos para utilizar de fertilizante. En la actualidad podemos hacerlo de la forma tradicional o en plantas de compostaje, especialmente si tenemos grandes cantidades de materia orgánica como podas de parques de grandes ciudades o de cultivos intensivos.
Los factores que influyen en el compostaje son:
Los residuos deben estar triturados. Influye en el tiempo que tarda en hacerse el compost.
El pH de la materia orgánica que activa los hongos y bacterias. Varía a lo largo del proceso.
La proporción de carbono y nitrógeno de los residuos que influye en su calidad. Es conveniente mezclar distintos tipos de residuos para lograr un equilibrio.
Presencia de oxígeno, por esta razón conviene voltear los residuos de vez en cuando. Se activa la acción de los microbios. También conseguimos al voltearla que la materia se vuelva más homogénea.
La temperatura influye en la formación de hongos y bacterias. Lo mejor es que oscile entre 35ºC y 50ºC. Las temperaturas extremas perjudican el proceso.
La humedad influye en los microorganismos y en la retención de oxígeno, por tanto tiene que ser de un nivel medio.
Fases del compostaje
Mesofílico: es la primera fase del proceso o inicio de la fermentación. La temperatura empieza a elevarse y los microorganismos se multiplican.
Termofílico: la segunda fase del compostaje en donde la temperatura aumenta hasta unos 40ºC y las bacterias activan el proceso y disminuyen los hongos.
Enfriamiento: la temperatura vuelve a bajar de 40ºC y reaparecen los hongos.
Maduración: reposo de meses a temperatura media que termina en la descomposición de los materiales.
Fertilizar con compost
La forma más ecológica de fertilizar el suelo y mejorar su estructura es utilizar compost. A su vez reciclamos los restos orgánicos y favorecemos el medio ambiente.
El compost aporta al suelo nutrientes vegetales que mejoran considerablemente la producción
El suelo adquiere:
Porosidad.
Permeabilidad.
Aumenta la capacidad de retener agua.
Proporciona nitrógeno, carbono y potasio.
Aumentan los microorganismos cómo bacterias y hongos.
